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sábado, 6 de junio de 2015

Tomar impulso y llegar más alto

NUEVA FECHA DE PARTIDA


Patear la pelota, correr el horizonte, darnos espacio a más. Llámenlo como quieran. Pero no es fácil reconocer que las cosas no salen como esperas. No es fácil admitirle a esos descreídos que sí, que tienen razón, que estamos locos y que lograr algo así es realmente complicado. Que nada es color de rosas como alguna vez pensamos. Claro que no es fácil. Cómo tampoco lo es, tener la humildad y la grandeza de decidir darnos más tiempo, de demorar un poco la partida, de ponerle el pecho a la situación. Y sin embargo lo estamos haciendo, porque el objetivo sigue siendo el mismo, porque nos dimos cuenta que contamos con el empuje de muchísimas personas que nos animan y que sueñan a través de este viaje. Porque estamos absolutamente convencidos de que esto se va a cumplir y que todo esfuerzo tendrá sus recompensas. Que esto tiene mucho de la vida real, como aquellos que buscan su casa propia, su emprendimiento personal, su proyecto familiar. Esto es cosa seria, porque es nada más ni nada menos que el diseño de nuestra manera de querer vivir la vida, de cómo queremos aprovechar el tiempo que nos fue dado, de cuántas huellas queremos dejar en el camino, de qué futuro queremos proponerle a nuestros hijos ¡Claro que iba a costar! Si adentro de la kombi no solo hay cables que arreglar, mecánica que controlar o amoblamiento que instalar. Hay una nueva forma de vivir, un concepto diferente de amarnos, de convivir viajando, de aprender a aprender. Así que sí. La cuenta regresiva se vuelve a ampliar, el reloj marca un nuevo Minuto Cero:


1° DE SEPTIEMBRE 2015



¿QUE HACEMOS MIENTRAS TANTO?


Esto nos dará tiempo a dejarla como nueva en cuanto a instalación eléctrica y cableado, en cuanto a mecánica, alineación, neumáticos y chapa. En su interior vamos a poder terminar de revestir las paredes, colocar el piso nuevo, insonorizarla completamente y amueblarla toda. Queremos darle nuestro propio estilo, nuestra estética, imagínense... ¡Es nuestra primera casa!




Además este bonus track de tiempo nos ayudará a pensar más formas de subsistir y de hacer dinero en el camino, ideas que contaremos en próximas entradas de este blog. También estamos planeando una fiesta para despedirnos como se debe y compartir con nuestros amigos y familia un buen momento antes de arrancar.
En fin, el tiempo es relativo y quedó demostrado. No importa que tanto tardemos en llegar a la meta y si mientras tanto nos sentimos más vivos que nunca... ¿qué es el tiempo?


sábado, 23 de mayo de 2015

Cortocircuitos Pre-Viaje

Hace 101 días dejamos a Ama-Gi, nuestra Kombi, en manos de un electricista porque ya el tema de los cables no daba para más. Sabíamos que iba a tardar, claro que sí. Hacer una instalación eléctrica desde cero en un vehículo del año 84 no es poca cosa. Y el tipo es el mejor en lo suyo, al menos en el barrio, entonces siempre tiene mucho trabajo. Además, pensábamos, mejor que tarde porque nos daba tiempo a juntar la plata para el arreglo.
Estos 101 días se están haciendo mucho mas largos de lo que imaginamos. Jamás pensamos que esto iba a demorar tanto y que, como a veces el tiempo sana, esta vez congelaría tanto nuestras ilusiones. Es una espera que desespera, especialmente para dos ansiosos potenciados, con un proyecto que ya tiene más de un año y que sigue siendo más idea que realidad. El recorrido hasta cumplir el objetivo, que sigue siendo partir de Buenos Aires el 9 de julio de este año, no es un camino fácil. Y no lo sabíamos. Claro, somos novatos en el tema. Soñar nos sale bárbaro, pero no estábamos preparados para tener que remarla tanto. Ni tampoco lo estamos sabiendo disfrutar. Porque cada día, pareciera que se corre un paso más adelante ese momento. Y nos frustra, nos entorpece, no nos permite avanzar. Y así como el cableado de Ama-Gi estaba al borde del estallido y necesitaba urgente un especialista, nuestro sistema de conexiones también colapsó. Nuestros cables empezaron a hacer más chispas que nunca. Bajó y subió la tensión tantas veces que ya no sabemos si es de día o de noche. Ya no sabemos que funciona y que dejó de funcionar.



Estamos sincronizados con nuestro vehículo, viviendo en paralelo las mismas cosas. Alistándonos para algo que no tenemos bien en claro que es. Y buscando la energía necesaria para arrancar de una vez, para volvernos a encender, para retomar el sueño y para convertirlo en realidad de una buena vez por todas.
Se nos está poniendo difícil, es verdad. Pero queremos dejar algo en claro: los sueños solo mueren, si muere el soñador. Y nosotros, queridos amigos, estamos más vivos que nunca... A pesar de no haber encontrado aún el motivo que nos mantiene así. A pesar de que ya no tenemos más fichas que jugar, que ya arriesgamos todo, que no queda más nada por poner. Y la conclusión de todo esto, simplista quizás, es aprender. Aprender a esperar, aprender a confiar en uno mismo, aprender a insistir, persistir y no bajar los brazos.

Y si nos preguntamos por qué esperamos tanto, apelo a una gran canción y respondo: “Solo para tomar impulso y llegar más alto”.




viernes, 6 de febrero de 2015

Antes y después de tener un sueño.

No es una verdad ni una teoría inquebrantable. Tampoco una ley que rija para todos por igual. Es nuestra experiencia, nuestro camino que nos enseña cosas como estas. Cosas como poder reconocernos siempre iguales pero transformados, cosas como aprender que uno elige la forma en la que quiere vivir y morir. Experiencias que nos sostienen firmes en la idea de que las decisiones no tienen vuelta atrás, de que la vida misma no tiene vuelta atrás, de que todo es un viaje de ida.
Decía, no es ninguna verdad pero queremos compartir con ustedes lo que sentimos al tener un sueño. Un sueño propio. Y digo un sueño propio porque aveces creemos (o nos hacen creer) que tenemos el sueño de tener una casa, un auto o un trabajo a la altura de lo que suponemos merecer. Pero en realidad estos suelen ser sueños ajenos, sueños comunes, válidos como cualquier otro, pero que escapan un poco al propósito que tenemos en la vida, a la razón por la que caímos en este mundo, rodeados de determinadas personas, en un momento particularmente indicado. Es más, ni los llamaría sueños. Para mi son objetivos, metas, logros a alcanzar. Pero no sueños.
Los sueños transforman. Te mantienen vivo. Te ayudan a no desviarte en atajos que conducen a cuestiones secundarias, accesorias, importantes para muchos pero inadvertidas para el soñador. Desde que tenemos el sueño de equipar y convertir a una vieja Kombi en un motorhome que nos lleve a conocer los secretos del continente de punta a punta, nuestras vidas cambiaron mucho. Encontramos en el sueño nuestro punto de inflexión, ese tan mencionado “antes y después”.
Antes de declararnos propietarios absolutos y con todos los papeles de esta hermosa locura que es viajar de Argentina hasta quién sabe donde, juntos, arriba de ese cachivache, nuestras vidas eran otras. Otras en donde podemos mencionar abiertamente y sin vergüenza cuáles eran los pilares que las sostenían. En el caso de Diego, un monstruo llamado pánico, con todos los síntomas sociales y físicos que eso conlleva. Una carencia de certezas que le impedían pisar sin miedo y que lo ayudaran a hacerle ver lo valioso que es y lo mucho que tiene para dar. Para Lucia, una vida marcada por el terror permanente de perder a sus seres más amados. Miedos e inseguridades de todo tipo, justamente por no saber aferrarse a lo que su corazón le dictaba, sino a lo que su cabeza le gritaba.
Sin embargo, desde que tenemos un sueño propio todo es diferente. Diego ya no pierde, ya no teme. Todo lo gana con el valor y confianza en sí mismo. Todo lo logra, todo es posible desde que tiene un sueño que cumplir. No hay pastillas, recetas ni especialistas que le enseñen como se vive más de lo que le enseña día a día el sueño de recorrer el mundo, de traspasar límites, de buscar siempre el norte. Lucia ya perdió lo que toda la vida temió perder. Pero tiene un sueño que la ayuda a seguir para adelante, a levantarse cada mañana cueste lo cueste y encarar la vida. Después de tener un sueño entendió que cuanto más te golpeas, más fuerte te haces y eso es motivo suficiente para intentar hacer que cada día valga la pena si tenés ese sueño en la lista de asuntos pendientes.
Tener un sueño canjea miedo por seguridad, dudas por convicción, utopías por estilo de vida. Muerte por vida, ansiedad por paz, desesperanza por fe.


Buscá tu sueño, seguro lo tenes ahí, con ganas de dejarlo salir. Y perseguilo, hacelo tuyo. Reconocete en él. Vas a ver que tus temores se empiezan a alejar, aunque nunca desaparecen, pero al menos vas a entender por fin que se puede convivir sanamente con ellos...


Que tener sueños sea una forma de ser, una manera de aprender que no se puede ser feliz todo el tiempo, pero que al menos tenemos una razón para seguir andando cuando parece que ese tiempo nunca se acaba...

jueves, 16 de octubre de 2014

La vida es un viaje y no hay vuelta atras

Los días pasan. La vida pasa. Y ya no somos los mismos que ayer, ni que antes de ayer. Menos aún somos aquellos principiantes que arrancaron, por febrero 2014, con un simple proyecto que hoy poco tiene de simple proyecto. Hoy es más bien un objetivo concreto, real y mas real que nunca.
Aquellos que fuimos ya no somos. O si, pero transformados. Como transformados también están esos miedos del principio, que hoy son oportunidades de crecer. Como hemos sabido transformar esos "peros" en "entonces" o esos gastos en inversiones. 
Ya no somos esos que fuimos. Tampoco mañana seremos los de hoy. La vida pasa, con esas tormentas violentas que te vuelan hasta la última chapa y también con esos días soleados en los que no alcanzan las gracias por sentirse tan vivo. Todo pasa, todo avanza. Avanza esa tristeza incontrolable que sentimos una y otra vez cuando perdimos a dos grandes participes de este sueño, que hoy están pero también transformados quizás en ángeles o en nubes. Pero también sabe avanzar a paso firme esa felicidad de mirarnos a los ojos y de ver dos soñadores que, potenciados, puede alcanzar el mismísimo cielo si se lo proponen.
Todo se transforma, muta, se convierte en algo nuevo. Nuestra Kombi, sin ir mas lejos. Ya no es el cachivache que nos trajimo
s de La Plata aquella calurosa mañana de marzo. Cambiamos los amarillentos paneles de las puertas a otros grises, fabricados con nuestras propias manos. Como también cambió la alfombra que tapizaba todo su interior, de la cual solo queda apenas un poco de polvo.

Insistimos con esto: todo viaje es de ida. Todo paso es un viaje, por ende cada pie que avanza se aleja un poco más del que fuiste y se acerca a la vez, al que queres ser algún día. Aunque cuando ese día llegue posiblemente te encuentre devenido en otra persona, ni igual al día anterior y siempre distinto al instante siguiente...


miércoles, 10 de septiembre de 2014

El viento que nos da de lleno en la caja de una chata puede ser la vacuna contra la rutina

Creemos que ser mochileros es algo más que cargar nuestra mochila y salir a recorrer las rutas, es algo más que hacer dedo y disfrutar de la naturaleza. Creemos:
Que la condición humana admite más posibilidades que el diploma y la oficina. Nuestra sociedad actual considera a las personas poco más que herramientas especializadas. Eficiencia y productividad son valores imperantes. Ante este recorte nos proponemos revalorizar el conocimiento y la experiencia como valores y el viaje como un medio privilegiado de acceder a ellos…
Que una sociedad de individuos entrenados para ser autosuficientes y no preguntarle la hora a nadie es un criadero de neuróticos. De neuróticos y de futuros consumidores de alarmas y pastillas para el stress. Al viajar como mochileros, al hacer dedo, reestablecemos el contacto humano, esa llama vergonzosa…
Que ser responsable es darnos cuenta de que la vida es una sola, que se vive día a día, y que una vejez con jubilación digna no justifica una juventud de viejos. Ser responsable no significa solo asumir obligaciones, sino también animarse a asumir la libertad y no atarse innecesariamente a cosas ajenas a nuestra esencia…
Que nadie es viejo en tanto no se haga cargo de su edad. Nunca es demasiado tarde para nada. Viejo es quien hace las cosas que se esperan de un viejo, solo porque otro lo esperan de él…
Que el mundo no es un lugar estático sino una maraña de caminos por los que millares de personas caminan a diario. Cruzando fronteras, vadeando arroyos o escalando montañas…
Que ese mundo es aún un buen lugar para vivir, que las personas que lo transitan comparten algo que es mucho más fuerte que sus diferencias, sean estas de raza, religión o profesión. Estas personas son intrínsecamente buenas…

Creemos que el universo cuida de nosotros y que una jornada laboral de 12 horas es más peligrosa que viajar a dedo. Que nadie se encuentra en peligro por estar lejos de casa, creemos que las ciudades son definitivamente más peligrosas que las rutas, los montes y los lagos.
Que el dinero es una parte opcional del equipaje, ya que nadie se alimenta de dinero. No sólo se hacen cosas a cambio de dinero. Pensar eso sería transportar arbitrariamente las relaciones comerciales a las relaciones humanas. Una sonrisa oportuna puede valer millones…
Que todos los viajeros podemos aprender los unos de los otros, que nadie nace sabiendo, que siempre hay alguien que va por primera vez a ese lugar que nosotros conocemos como la palma de nuestra mano…
Que el viento que nos da de lleno en la caja de una chata puede ser la vacuna contra la rutina…
Que la simplicidad es algo a ser reivindicado y está más cerca de un pan casero al costado del camino que de un crédito hipotecario o vacaciones de quince días pagadas en tres años…
Que la meta es una excusa para dejarnos mecer por el azar y exponernos a las paradas imprevistas, los pueblos escondidos, las miles de posibilidades intermedias, transformando cada punto del mapa en una anécdota.
Que con cada auto que se detiene en una banquina barajamos y damos de vuelta, que ese preciso instante cambia de alguna manera nuestro viaje y de esa manera nuestra vida.

Creemos que la ruta es la vida (Jack Kerouac 1922 -1967). Que el autostop es una hermosa manera de aprender sobre las tierras por las que viajamos, sobre su gente y costumbres. Ahorrar dinero no es el objetivo de viajar a dedo, sino más bien su consecuencia lateral…
Que una hoja de ruta contiene más adrenalina que Gran Hermano, que la felicidad no depende de una herencia o polirrublo que nos “salve” y nos abra la puerta al DVD…
Que la felicidad constante es una de las formas ocultas en que obra la muerte. (Julio Cortázar, 1914- 1984)…Que el viajero es preso de la paradoja de querer dar la vuelta a un circuito infinito…
Que si VOS llegaste hasta acá leyendo no deberías dejar pasar un minuto para empezar a pensar tu propia vuelta al mundo. Queremos que aprendas a querer el camino.

Si les gusta compártanlo también, pónganle un link, cítenlo, hagan un pájaro de origami con él y échenlo a volar desde la terraza de su edificio, o déjenlo en hostels, campings, o trenes. Deslícenlo furtivamente bajo el falso brillo de las puertas de los bancos y compañías de seguro, en los subtes donde algunos cautivos van premeditando su escape, en el box de tu compañero. 
Como dijo Freire: “Dales la palabra y serán libres”. Desde hace una década, este texto viene embrujando viajeros hacia abismos para que descubran sus propias alas. Durante años circula como anónimo, lo han hallado en la Carretera Austral chilena y en la India. 

Ahora, lector, lo dejo en tus manos: difúndelo.

miércoles, 9 de julio de 2014

A 365 días de nuestra Independencia

Somos argentinos. Pero de los argentinos que amamos nuestro país, que sufrimos sus injusticias y que aplaudimos cada paso para adelante. De los argentinos que pueden o no estar de acuerdo con un dirigente político, pero que no se casan con ninguno. De esos que creen que tenemos todo lo que un país necesita geográfica y humanamente hablando.

Cuando decidimos emprender este viaje nos juramos a nosotros mismos honrar y enaltecer a nuestra bandera, a nuestros colores. Juramos contarle al mundo que Las Malvinas son argentinas, que Lio Messi es el mejor del mundo, que Maradona fue lo mejor que nos pudo pasar en el fútbol. Contarles que en Argentina hay frio, cordilleras y nieve pero también playas, selva y cataratas. Juramos unir, no separar. Juramos eliminar falsos rumores y desmentir mitos tan viejos como la alfombra que tenía la Kombi cuando la compramos.

Argentina nos dió lo mejor de estos 27 años de vida: nuestros viejos, nuestros amigos, nuestra escuela. Nos dio costumbres, el mate, los asados del domingo, la pasión por el fútbol. No podríamos nunca dejar de agradecerle a este país.

Por todo eso es que hoy, como aquel 9 de Julio de 1816, llegó el día de declarar públicamente nuestra independencia. Hoy, 9 de julio, firmamos nuestra emancipación. Acá, frente a todos ustedes. Como buenos argentinos, hemos decidido partir a nuestro viaje de ida en exactamente un año. Sí, amigos... TENEMOS FECHA DE PARTIDA.

Será el jueves 9 de julio de 2015 el gran día. El día en el que emprenderemos este viaje hacia lugares no planeados, con rutas no contempladas ni reloj que nos maneje la vida. En 365 días comienza este sueño, que es de todos los que nos apoyan. Y también es el sueño de esta tierra, de este suelo, del nuestro, del que nos dió todo para hoy saber romper nuestras propias cadenas, como lo hicieron aquellos héroes del Congreso de Tucuman.

Así que comienza la cuenta regresiva, el tiempo se acorta hora tras hora y son muchas las cosas que nos faltan para estar listos. Pero es lo que deseamos, es para lo que trabajamos, es para lo que vivimos. Por eso creemos que ya estamos listos hace rato, más alla de todo lo que nos falte materialmente. El General San Martín una vez dijo: “los soldados de la patría desconocen el lujo pero no la gloria”. Y por eso vamos. Acompañanos.

La cuenta regresiva comienza....¡YA!

martes, 1 de julio de 2014

No tenemos mucho, pero tenemos nombre

La Kombi no tiene asientos ni volante. Se los sacamos para levantar la alfombra del piso y porque queremos poner el volante original, que dicho sea de paso, nos está costando conseguir. Tampoco tiene tapizado. Lo levantamos todo para restaurarla con una cuerina color maíz...amarillo...rojo...lo estamos aún decidiendo. La Kombi no anda bien de cableríos, de batería y de otras tantas cuestiones mecánicas. Además, ya no quedan muebles en su interior porque los sacamos para lijar y pintar con un barniz que tampoco tenemos. Pero amigos, queremos contarles que tenemos algo que podría considerarse el primer paso de nuestra odisea: tenemos identidad, nombre propio. Si ... ¡LA KOMBI TIENE NOMBRE! Si quieren saber cual es, lean esta interesante historia. Los conducirá a un solo camino: el nuestro.


El primer concepto de Libertad 


La historia comienza en el año 2300 A.C. en una ciudad llamada Lagash, allá por lo que hoy se conoce como Irak y que entonces se llamaba Sumeria, posteriormente conocida como Babilonia. Se dice que Lagash es uno de los estados-ciudades más antiguos registrados en la historia de la humanidad. Cuenta la leyenda, que cuando un gobernante llamado Urukagina toma el poder de Lagash, obviamente a la fuerza y abusando de todo marco legítimo, la ciudad se ve afectada por un gran impuestazo seguido de expropiación de tierras que por supuesto no les pertenecían a este sujeto. Lo interesante proviene de la siempre inevitable, aunque muchas veces tardía, revolución de los pueblos que se unieron para reclamar el orden establecido y liberar a todos los esclavos del sistema. A esa reforma se la conoció primeramente como "AMAR-GI". "AMAR-GI", luego derivado en "AMA-GI" fue un símbolo del cual las paredes y los muros de la época fueron los únicos testigos. Un símbolo que le pone nombre, por primera vez en la historia del mundo, a un concepto similar al que hoy conocemos como Libertad pero que para entonces se definía como "el retorno a la madre", considerando a la madre como vida, como tierra, raíces, esencia, todo aquello que viene con uno, que vive con uno, que nadie de afuera lo impone a pesar de las conquistas de los poderosos. 

Ama-gi 


Así surge Ama-gi como el primer concepto conocido en la historia que testifica la idea de liberación. Su símbolo fue encontrado inscripto en varias superficies y se conoce con esta forma:



Entonces nos preguntamos: ¿Hay un nombre mejor para el vehículo que nos llevará a cumplir este sueño? ¿Hay una mejor manera de decirle al mundo que arriba de esas cuatro ruedas, retornaremos a la madre, a la tierra madre, conoceremos nuestra esencia, nuestro propósito en la vida? 
Ama-gi es ella, es nuestra libertad, es retorno a las raíces, es revolución, romper contra lo impuesto. 

Ama-gi es ella, la Kombi sin asientos, sin volante, sin alfombra pero con un amor de los que hay pocos, que la ayudan día a día a ponerse a punto. A punto de un sueño, a punto de mil aventuras, a punto de la liberación.

Ella es AMA-GI....¡¡¡¡Bautizada!!!!


Bautizada oficialmente con cerveza